En Francia, la escena política está experimentando cambios significativos a medida que la extrema derecha gana impulso, desafiando el liderazgo del Presidente Macron y atrayendo a un público más amplio, incluyendo a las mujeres. El uso de retórica antiinmigrante enmarcada en la protección de las mujeres está resonando con las votantes femeninas, potencialmente reduciendo la brecha de género política tradicional. Macron, una vez visto como un líder joven y dinámico con una visión para rejuvenecer a Francia con políticas proempresariales y proeuropeas, ahora encuentra su posición debilitada tanto a nivel nacional como internacional. En medio de este panorama, Jordan Bardella, un joven político de extrema derecha, está ganando atención. A pesar de abogar por los derechos de las mujeres y cuestiones ambientales, su historial de votaciones en el Parlamento Europeo revela contradicciones, destacando las complejidades del atractivo de la extrema derecha.
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